miércoles, 10 de junio de 2009

Ver... el calor


Como vimos en clase, la visión se basa en una cavidad con una pequeña abertura en la que los rayos de luz entran y sólo estimulan a unas pocas células nerviosas fotosensibles. El cerebro distingue entonces cuáles son las células que se han estimulado y cuáles no, sabiendo así la procedencia del rayo de luz y formándose la imagen.
Pues bien, en ciertas serpientes, existen dos pares de "ojos". Un par es muy parecido al nuestro. El otro, también está formado por una cavidad, y también hay una zona llena de células sensibles que son estimuladas según la orientación del estímulo. Pero este estímulo no es luz, sino calor. Células que se excitan con calor tapizan una membrana que se encuentra dentro de la llamada "foseta termorreceptora". Según la orientación de la fuente de calor, se excitan unas células u otras, y de esta forma se puede formar una imagen de calor. Sin duda lo mejor de este sistema, es que las células de la foseta acaban mandando la señal al mismo punto del cerebro que la célula equivalente del ojo; es decir, que la imagen visual se solapa encima de la imagen de calor, con lo que el animal de día goza de una mezcla de las dos imágenes, y en completa oscuridad solamente se sirve de una de ellas.
Para hacernos idea de cómo veríamos si tuviéramos fosetas de este tipo, podemos recurrir a la película (por otra parte de escasa calidad) "Alien Vs Predator". Los Predator, extraterrestres reptilianos con un grado de desarrollo muy superior al humano, gozan de esta increíble visión, que puedes disfrutar en este vídeo:

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